La elegancia de la tradición

La Bodega se formó en 1890 como una asociación de 5 productores deseosos de explotar el potencial de exportación de vinos Rioja de estilo "moderno" bien hechos. En esa época, los viñedos franceses fueron devastados por la Filoxera y los conocedores tuvieron que buscar  suministros de buen vino en otra parte. Rioja, con su excelente clima y suelos, ya había llamado la atención de prestigiosos productores a nivel mundial, y los experimentos con la vinificación al estilo de Burdeos y la crianza en barrica estaban teniendo mucho éxito. La única desventaja de la región era su lejanía, aislada de los lucrativos mercados del Norte por las mismas montañas que aseguraban su clima favorable. Este problema se soluciona con la construcción del enlace ferroviario con Bilbao, No por casualidad Bodegas La Rioja Alta S.A., se estableció junto a la estación de Haro el mismo año de su inauguración.

La empresa posee 300 hectáreas de viñedos en diferentes puntos de las mejores zonas de la Rioja Alta, especializándose en vinos tintos de calidad. La variedad de uva líder es la Tempranillo con pequeñas dosis de Mazuelo y Graciano. Después de la vinificación en la nueva planta ultramoderna cerca de Haro, la crianza se realiza en barricas tradicionales de Burdeos, todas de roble americano. El trasiego es a mano cada 6 meses, con equipos trabajando a tiempo completo para mover los caldos a 51.000 toneles. No hay filtración antes del embotellado y un mayor envejecimiento en botella antes de su liberación.

En definitiva, los vinos se elaboran a la manera tradicional de Rioja. La empresa es inflexible en no utilizar roble francés, manteniendo el estilo único de Rioja que se ha desarrollado desde finales del siglo XIX. A pesar de la cantidad variable de tiempo en barrica y botella, todos los vinos muestran un maravilloso y rico color rubí, magníficos aromas de roble, especias y frutas. El paladar es sensacional, una textura suave y limpia acompañada de un final largo y persistente.

Todos los vinos están listos para el consumo cuando entran en el mercado, pero se conservarán durante muchos años más en botella. Esta situación es casi única en el mundo del vino y es la razón por la que tantos restaurantes ofrecen la excepcional gama de vinos de Rioja verdaderamente clásicos de La Rioja Alta.